Menos mal que el susto se pasa nada más llegar a Hania, su acogedora bahía nos recuerda a Venecia, y sus concurridas y animadas calles, así como sus pintorescos barrios merecen quedarse al menos dos días en esta preciosa ciudad.
Se dice que Creta tiene las mejores playas de toda Europa, y Hania es un perfecto lugar para establecer un campo base y desde ahí ir explorando una a una esas maravillas de arena blanca y agua cristalina.
No tuve la oportunidad de visitar más que una de ella, la más cercana a Hania, la encantandora playa de Stavros. Lugar en que se rodó la última escena de la película Zorba el Griego.
El lugar es espectacular, aguas totalmente transparentes, una arena fina como la sal, unas montañas que desde lo alto son testigos de tan maravilloso paraje. A sólo 30 minutos de Hania, IMPRESCINDIBLE.
La cocina cretrense es la mejor que he tenido la oportunidad de degustar en mi periplo por el país heleno, pero el lugar que se lleva la palma se llama Tamam, un lugar recomendado por un buen amigo en pleno corazín de Hania que satisfacerá a todo tipo de paladares.
No os podéis perder sus croquetas de berenjenas, su risoto con champiñones o su pollo Beyendi acompañado de un cremoso puré de Berenjena.