Heraklion descubre sus contados encantos a las primeras de cambio. Nada más llegar, la inmensa fortaleza veneciana que custodia el puerto nos da la bienvenida.
Desde ahí, la calle principal, 25 de agosto, nos llevará a contemplar dos de las contrucciones más atrayentes que nos ofrece la capital de Creta, la Basilica de Agios Markos y la Fuente de Morosini.
Mención aparte merece uno de los mayores atractivos de la isla y que se encuentra a escasos 5 km de Heraklion: El Palacio de Cnosos, hogar del mitico minotauro retenido por el rey Minos.
Aunque diversos acontecimientos han hecho que lo que ahora se conserva sea solo una pequeña parte del inmenso palacio original, la visita no defraudará a nadie.
Y por último, una recomendación personal, el restaurante Vrakas en el paseo del puerto, las berenjenas fritas y el trato amigable del camarero son lo mejor de este simpático "ouzeri".
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