Este es un blog creado por Martín Guiroy, en el que irá colgando fotos de sus viajes así como impresiones personales de los lugares descubiertos
lunes, 22 de noviembre de 2010
Segovia (o como redescubrir el mundo romano sin salir de la península)
Segovia ha sido unos de esos lugares que siempre había querido ir pero nunca me había animado a visitar. Es de esos lugares en los que uno dice: "Bah, ya iré, total, está aquí al lado".
Cual fue mi grata sorpresa al descubrir lo que me había estado perdiendo todos estos años.
Era un frío día de octubre y el cielo encapotado daba una tregua después de un día precedente de incesante lluvia. Al llegar en coche que lo primero que vi fue la catedral, erguida sobre una empinada cuesta sobre la cual dominaba toda la ciudad.
Si tienes la suerte de NO ver el acueducto al llegar a la ciudad mejor, porque así luego la sorpresa de verlo tan de cerca será mayor.
La plaza enfrente de la catedral es muy pintoresca. Se puede tomar un respiro en uno de sus múltiples cafés mientras se planea el día gracias a las informaciones recogidas en la cercana oficina de turismo. La catedral no dejará indiferente a nadie y el silencio será lo único que nos separe en la posibilidad de trasladarnos a otra época.
Desde la catedral podremos dirigirnos hasta el Alcázar, por unas calles estrechas salpicadas de restaurantes típicos en los que degustar el tan ansiado cochinillo.
El Alcázar custodia uno de los extremos de la ciudad, desde su torre del homenaje se prometen unas vistas inigualables de la ciudad que no pude comprobar debido al tiempo escaso del que disponía.
Después de habernos perdidos por sus calles, de haber visitado la Judería, de haber degustado un buen cochinillo, será hora de reunir las fuerzas necesarias para disfrutar de uno de los tesoros más grandes de la península: el Acueducto.
¡¡¡Qué maravilla!!! La historia se detiene una vez más. La piedra gris del acueducto te transporta a otra época. Lo bien cuidado de la construcción sorprenderá a propios y a extraños haciéndoles creer que se trata una obra de reciente construcción.
Por último, si se dispone de un poco tiempo se puede visitar la Granja de San Ildefonso, a tan solo 11 kilómetros. Se trata de un palacio real en el que sus infinitas fuentes y sus laberínticos jardines nos harán creer que estamos en un pequeño Palacio de Versalles.
A todos los que no han descubierto aún las maravillas que nos ofrecen aquellos lugares no tan lejanos de nuestra casa, Segovia debe figurar en vuestros próximos destinos.
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Ya era hora!
ResponderEliminarBonitas fotos de Segovia, pero donde andan las fotos del cochinillo?