Como toda capital importante Berlín ofrece al viajero grandes atractivos.
Sin embargo, no son sus edificios, ni sus monumentos, ni su gente la que la hacen diferente y a la vez especial respecto a las otras capitales europeas. Lo que la hace diferente es el ambiente que se respira.
La puerta de Brandenburgo, los restos del Muro, el Parlamento, etc, todos esos lugares son especiales no por lo bonito o feos que sean sino por lo que han significado a lo largo de la historia.
Mención aparte corresponde realizar al monumento judío. Un lugar en el que el silencio es el protagonista, el cual nos enmudece y deja sin aliento. Silencio que nos lleva poco a poco a la reflexión.
Lugar en lo que lo tradicional convive con lo alternativo formando una simbiosis perfecta que hace de la capital alemana una ciudad diferente y única.
Puede que Berlín no guste a todo tipo de viajeros, pero seguro que un poco de todos nosotros encuentra su sitio en la cada vez más atractiva capital germana.
P.D: si de verdad buscáis un lugar diferente y único, vuestro sitio es el Zapata. Sería imposible describirlo: bar, discoteca, galería de arte, etc.
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