El trayecto de Cornaglia a Manarola es muy agradecido. No existe apenas ninguna pendiente, y es muy fácil para todo tipo de personas. Quizás el entrenamiento que hemos llevado a cabo en las anteriores etapas no haya dotado de una capacidad para recorrer las costas italianas fuera de lo común.
Manorola es muy pintoresco. El pueblo parece un gigante tobogán con desembocadura en el mar. La tranquilidad que se respira en el ambiente reconforta, en comparación con la multitudinaria Vernazza.
La última etapa del trayecto en la que une Manarola con Riomaggiore, o lo que es lo mismo Via del´amore.
En mi opinión se trata de un paseo muy sobrevalorado. En comparación con las otras etapas, el sendero que une estas dos ciudades es el que menos atractivos ofrece. Además, es demasiado turístico en mi opinión. Su dificultad es inversamente proporcional a su atractivo. Riomaggiore saluda al viajero que sabe que merece el arroz con mejillones que éste puede degustar en unos de sus curiosos restaurantes.
Y hasta aquí el Cangrejo Tour.
Con la redacción de este viaje, se ha querido mostrar el mismo a aquellas personas que no pudieron llevarlo a cabo y a todos aquellos que les interesa viajar y descubrir cosas nuevas.
Mi recomendación: visitar Cinque Terre, no os arrepentiréis!!!!!!!!!
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