Mar: y es que en Mykonos, mires donde mires, el mar azul y cristalino, no deja de completar el maravilloso paisaje. No unicamente lo ilustra, sino que forma parte de la manera de vivir tan particular de los lugareños.
Blanco: y es que no existe en Mykonos una casa que no sea de dicho color. La ciudad parece de juguete, todo es de color blanco. La especial luminosidad que alcanza la capital cuando solo la luna brilla en el cielo es increible, un manto blanco cubre toda la isla.
Pelicano: no todos los dias se ve uno, y la verdad es que es un animal de lo mas peculiar. A las 8 comienza su partucular recorrido por las calles de Mykonos.
El ave no tiene nungún miedo, ha hecho este recorrido cientos de veces. Seguir al oviparo es una de las actividades principales que pueden llevar a cabo los turistas, el amable pelicano nos devolvera la gratificante compañia con multitud de posados para asi quedar inmortalizados en nuestros camaras
jaja...que gracioso el animal
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